Michirones murcianos: el sabor de la tradición

Los michirones son mucho más que un plato típico: son un símbolo de la cocina tradicional murciana. Esta receta humilde, reconfortante y llena de sabor ha estado presente en casas, bares y celebraciones durante generaciones. Hoy te contamos su origen, curiosidades y cómo los preparamos en Las Mulas.

Origen e historia de los michirones

Este plato tiene raíces campesinas: surgió como una forma de aprovechar los productos que se tenían a mano en las casas del campo. Las habas secas, fáciles de conservar, y los embutidos, curados o cocidos, permitían alimentar a toda la familia con poco coste y mucho sabor.

A lo largo de los años, los michirones han pasado de ser comida de abuelos a convertirse en uno de los imprescindibles del tapeo murciano. Cada casa y cada bar tiene su toque personal, y ese es precisamente uno de sus encantos.

Nuestra versión: los 1988 de Las Mulas

En Las Mulas los hacemos como manda la tradición, pero con un toque muy nuestro. Les damos la vuelta con una sobrasada casera elaborada por nosotros mismos, usando recortes de chato murciano —nuestro cerdo más emblemático—, que le aporta un punto cremoso, intenso y ligeramente picante.

Además, pelamos las habas a mano una a una, como se ha hecho siempre en casa. Es un trabajo laborioso, pero nos permite controlar el punto exacto de textura.

Aromatizamos con ajo, laurel, pimentón de la Vega y guindilla, todos productos de la zona, respetando la esencia de nuestra querida huerta murciana.

Cómo se sirven los michirones en Murcia

Nos gusta servirlos calientes, en cazuela de barro, acompañados de un buen vino de la tierra o una cerveza bien fresca. Y siempre con pan, porque no hay quien se resista a mojar. Puedes pedirlos como tapa o como parte de una comida completa con otras especialidades murcianas.

¿Dónde probar los michirones murcianos?

Si quieres disfrutar de unos buenos michirones con ese sabor casero que recuerda a los guisos de siempre, pásate por Las Mulas, en el corazón de Murcia. Porque la tradición se respeta, pero también se celebra, y aquí lo hacemos con cada plato.